miércoles, 20 de febrero de 2013

Filosofía de barrio


Esta mañana he salido a dibujar un rato por mi barrio, descubriendo de otra forma lo que he visto tantas veces y escuchando las conversaciones de las vecinas.
He descubierto que casi todas están fatal de lo suyo, con sus dolores y sus cosas, pero ninguna deja de ir todos los días a tomar café con las amigas. A mi me parece que ese ratito que echan juntas filosofando por las mañanas les sirve más que el yoga y el psicólogo juntos.
¡Cómo me gusta mi barrio!

lunes, 18 de febrero de 2013

Dibujos Serranos

El pasado sábado, invitados por Gabriel de la Riva, estuvimos en Aracena, un pueblo con castillo y grutas, que aunque he visitado varias veces, no conozco demasiado. Así que lo de dibujarlo me pareció una idea genial.
Como siempre hago de todo un poco, cambié un par de veces de registro, por probar, más que nada... Me gusta hacer cosas distintas para intentar aprender, pero a veces pienso que tantos cambios lo que hacen es liarme más. En fin, como el objetivo del sábado era disfrutar, tampoco me preocupo, porque disfrutar, bien que disfruté. Aquí están los dibujillos y aquí la crónica, que hoy estoy perezosa...







miércoles, 13 de febrero de 2013

El Charlie Parker de San Jerónimo



Mi amigo Migue compró un saxo cuando éramos adolescentes. Otros se compran una guitarra, pero él se compró un saxo (se ve que le gustaban los retos...). Empezó a tocarlo pero, por una u otra cosa, al final lo dejó aparcado en un armario. Nunca se le había quitado de la cabeza la frustración que le producía no haber aprendido. Tenía esa espinita clavada y, de vez en cuando, se acordaba de que ese trasto andaba por allí. Hace un año y medio, lo sacó de su funda, le sacó brillo y se apuntó a clases. Hoy he pasado la tarde en su casa, durante su ensayo, oyéndolo tocar y charlando de todo un poco. 
Su historia me trae a la cabeza la de tantas personas que me dicen a menudo que les encantaría dibujar, pero no lo hacen. Se olvidaron de que para dibujar sólo hay que ponerse a ello.




jueves, 7 de febrero de 2013

La gran montaña de basura

Basura, basura, basura... basura en el gobierno, basura en los partidos, basura en los medios de comunicación, basura en el sistema y basura en la calle... Toneladas de basura. 
En Fraggle Rock, los fraggles consideran a La Montaña de Basura como poseedora de toda sabiduría y acuden a ella para buscar consejo. En España, sólo sabe salir mierda... lo malo es que las nuestras no dan buenos consejos, más bien apestan. 

En Sevilla, como reflejo de la basura que nos rodea por todas partes, tenemos una huelga de trabajadores de la limpieza que se prolonga ya once días.
Por 7.000 toneladas en las calles dicen ya que vamos y no se alcanzan acuerdos.
Los trabajadores de Lipasam, como muchos otros en este país, están hartos de que les recorten sus derechos. Además, si a eso unimos el cabreo que tenemos todos viendo cómo abusa de nosotros la basura que nos gobierna, me parece normal que aún continúen con la lucha.  

Ánimo a los trabajadores y resignación para los ciudadanos que sufrimos las consecuencias. Esperemos que escuchen sus reivindicaciones y que puedan desconvocar la huelga pronto. Mientras tanto, Sevilla tiene un olor especial...



martes, 5 de febrero de 2013

Un pequeño vicio


Estoy haciendo una colección interesante de lo que yo llamo "dibujos de sofá".  Son dibujos que hago cuando estoy aburrida en casa, casi siempre a última hora de la tarde o después de cenar, en ese momento en que te sientas en el sofá y te intentas olvidar de lo que has hecho durante el día. 

A veces no me doy casi ni cuenta... simplemente, cojo la pluma, abro el cuaderno y empiezo a dibujar lo primero que pille a mi lado. Me pongo a hacer rayas como loca y eso me hace dejar la mente en blanco y relajarme.

No se si me gustan o no estos dibujos. Pienso que quizás debería, en estos ratos, intentar hacer otras cosas que no suelo hacer para estimular mi creatividad, para probar cosas nuevas, pero se ve que me puede el "no pensar qué" y sólo me pongo a hacer rayas y más rayas...

Se están convirtiendo en un pequeño vicio.




lunes, 4 de febrero de 2013

El ombú de Hernando Colón


En el Monasterio de La Cartuja hay un extraño árbol que llama la atención a todos los que pasan junto a él. Es un ombú que, según cuenta la leyenda, fue plantado en este lugar por Hernando Colón (el hijo de Cristóbal) que lo trajo de América en uno de sus viajes. Porque el chaval, otra cosa no, pero viajaría lo suyo...



La verdad es que, lo plantase quién lo plantase, es un árbol que impresiona por su tamaño, su frondosidad y su amplio tronco, lleno de bultos y rugosidades. César me dijo que también se le conoce como "zapote" y que su tronco es tan grueso porque contiene grandes cantidades de agua para sobrevivir a las sequías.
Ahora, investigando, me he enterado de que es originario de la pampa argentina y de que su nombre es una voz guaraní que significa sombra o bulto oscuro. Desde luego, que el nombre le va que ni pintado...