Llevaba un tiempo yo con ganas de campo y este fin de semana, por fin, me ha tocado. Desde pequeña me inculcaron el disfrutar de la naturaleza y, la verdad, es que debería hacer este tipo de salidas más a menudo, porque a mi cuerpo y a mi espíritu le sientan francamente genial...
Hemos estado en Guadalcanal, en la sierra norte de Sevilla, en el cortijo de una amiga.
A mi no me hacen falta excusas para ponerme a dibujar cualquier cosa, pero la verdad es que era inevitable agarrar los lápices y ponerse a pintar... Cualquier rincón ofrecía miles de oportunidades para disfrutar dibujando. Como ejemplo, la cocina, con esa colección de cuchillos para la matanza y un recipiente para el agua bendita en la pared.
Si al encanto del cortijo, le unimos los alrededores, con la maravillosa ribera del Huesna, llena de fuentes, pozas y cascadas, comprenderéis que haya disfrutado como una enana...
Pero como todo lo bueno se acaba y los fines de semana no duran eternamente, vuelvo a mi vida diaria. Eso sí, feliz, con las pilas cargadas y el cuaderno un poquito más lleno...
Como mola la crónica de la excursión. :D
ResponderEliminarRural sketchers yaaaa!!!
EliminarMenudos dibujazos... Y la cocina y el salpicadero... Chulísimos!!!
ResponderEliminarGracias, Manu. Ha sido un fin de semana muy productivo ;)
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