La taberna de Corto Maltés es uno de los últimos vestigios de esa Alameda que estamos perdiendo poco a poco... Una alameda de albero, mercadillo, bohemios y piratas que ya a penas podemos intuir.
Me encanta que siga resistiendo a la marea "cool" que nos inunda y que ha ido tragándose entre sus olas a muchos otros bares que llenaban la atmósfera de Sevilla de olor a ron.
Yo, desde luego, he perdido la cuenta de los años que llevo compartiendo historias y cervezas con los amigos en éste lugar mágico, en el que siempre espero que, algún día, entre un marinero con una cicatriz en la mano para invitarnos a otra ronda...
Qué fantástico Aurora!. Tú eres una de esas piratas que surca la vida y sus rincones, capturando los tesoros que te ofrece con tu pincel.
ResponderEliminarYo soy una "piratona"... pero tú eres otra más grande!!! ;)
EliminarGracias, amor!!